domingo, 25 de octubre de 2009

CUATRO POR CUATRO, YA NO SON DIECISEIS

Cuando a mí me tocó estudiar la tabla de multiplicar, cuatro por cuatro eran dieciséis y así ha seguido siendo hasta hace unos pocos años. Ahora no. Ahora 4x4, es igual a un pedazo de automóvil, cuyos abuelos se llamaban Jeep y Land Rover.


Es curioso comprobar el gran volumen de vehículos de este tipo que circulan por nuestras ciudades y por nuestras mejores carreteras, cuando la original razón de ser fabricados con tracción a las cuatro ruedas y suspensiones especiales, era para poder circular por los terrenos mas difíciles y escarpados. De este modo su medio natural fue el campo: las explotaciones agrarias y los difíciles senderos montañosos que unen todavía muchos enclaves de nuestra geografía. Y el Ejército.

Vivo en una ciudad del noroeste de Madrid, totalmente urbanizada, sin senderos difíciles, ni explotaciones agrarias, en la que probablemente el porcentaje de 4x4 sobre el resto de automóviles sea de los más altos de España. Esto del 4x4 se ha convertido en una moda social que, a mi juicio, revela unas cuantas cosas:

1.- El poseedor de un bicho de estos puede presumir ante el resto de ser más rico, pues estos cacharros son bastante más caros que los automóviles medios. Dónde va a parar conducir un Porche Cayenne ( entre 60.000 y 149.000 euros) un Lexus (entre 56.000 y 85.000 euros), o un BMW (entre 30.000 y 124.000 euros), solo por citar tres marcas que veo a menudo, con un automóvil convencional. Cierto que también hay 4x4 de menos precio, pero dan menos caché.
2.- Según mi propia observación, los conductores de estos artefactos hacen ostentación, no solo de dinero, sino también de fuerza ante el resto de conductores. Vamos, que hay que apartarse a su paso.
3.- Y para mí la peor de todas. Estos propietarios de 4x4, no tienen la mínima conciencia social de la contaminación que producen sus vehículos. El nivel de CO2 que lanzan a nuestra sufrida atmósfera es considerablemente mayor que el del resto de automóviles. Pero a ellos les trae sin cuidado. Para eso pagan.

Mientras tanto, los fabricantes de estos tractores siguen renovando anualmente sus modelos, porque los ricos compradores así lo demandan. Y porque las autoridades competentes no hacen nada. Mucho hablar del cambio climático, de la contaminación de nuestras ciudades y otras músicas celestiales, pero medidas para solucionar el problema pocas.

3 comentarios:

Fernando Solera dijo...

Tu ironía no está exenta de amargura, Armando, y la verdad es que no es para menos. Yo soy conductor y puedo asegurar que lo que dices es cierto. Los todoterrenos, o sea, sus conductores, van por la carretera literalmente arrasando.

De todas formas, ten en cuenta que hay mucho fantasma suelto al que le encanta fardar. Te digo esto porque el otro día leí que durante el 2009 se han disparado los anuncios de particulares vendiendo su tanque de 60.000 lereles por menos de la mitad.

emilio dijo...

Yo también doy fé de que lo que dices no es envidia sino que es cierto.
En estos tiempos de crisis, de más de 4 millones de parados, me parece no só que esto no es ético: es que deberia ser sancionable. Saludos: emilio

Domingo dijo...

Yo no conozco más medio de transporte que mis piernas y el Metro, así que como peatón todo coche, sea 4x4 u Opel Corsa, me contamina visual y acústicamente, por no hablar de que atenta contra mi salud y contra mi pellejo, por la forma kamikaze que tienen algunos de conducir. Pagamos, como siempre, los eslabones más débiles de la cadena.