miércoles, 10 de febrero de 2010

YO NO HE SIDO

Entre los amigos virtuales que tengo se encuentran Forges, Elvira Lindo, Manuel Vicent, y muchos otros que me disculparán no citarlos. Les llamo amigos virtuales, porque no les conozco personalmente, pero a través de sus publicaciones se ha generado un lazo de amistad. Pues bien, ayer mi amigo Forges publicó una viñeta en El País, que coincide en el tiempo con un e-mail que he recibido de mi amigo Juan Carlos, éste menos virtual que Forges.

Tanto el correo de mi amigo Juan Carlos como la viñeta de Forges, me hacen sospechar que nuestros políticos padecen del mal de Alzheimer. Los problemas que han vivido, causado y protagonizado durante su mandato, se les olvidan rápidamente; solo les vienen a su frágil memoria los causados por los otros.

Me envía mi amigo una recopilación de frases pronunciadas por Solbes y Zapatero entre abril de 2007 y abril de 2009. Merece la pena recordar algunas:

Zapatero: "España está a salvo de la crisis financiera" (21 de agosto de 2007)

Solbes: "La economía española crecerá a velocidad de crucero durante los dos próximos años, en los que avanzará en torno a un 3%". (11 de diciembre de 2007)

Solbes: "Los que auguran el riesgo de recesión no saben nada de economía. Estoy harto y agotado por la cantidad de tonterías que oigo últimamente sobre el mundo económico. La economía española crecerá en la próxima legislatura a un ritmo cercano al 3% , lo que permitirá crear 1,6 millones de nuevos empleos y mantener la tasa de paro en torno al 8% de la población activa (11 de febrero de 2008)

Solbes: "Nosotros no hemos negado nunca la crisis". (24 de setiembre de 2008)

Zapatero: "No; nadie lo sabía". En cuanto hemos entrado en una situación objetiva de crisis, he sido el primero en hablar de una crisis del sistema financiero internacional y de una crisis económica. En marzo comenzará a crearse empleo de manera intensa". (18 de diciembre de 2008)

Zapatero: "Es probable que lo peor de la crisis económica haya pasado ya". (29 de abril de 2009).

Si alguien les preguntara hoy sobre estas perlas, seguramente no las recordarían. Es el Alzheimer, que les persigue inexorablemente.

Sin duda alguna, el ex ministro de Hacienda Sr. Montoro no recuerda tampoco el nacimiento de la “burbuja inmobiliaria”. Casi seguro que ni él, ni Aznar tuvieron nada que ver en ese parto.

Durante su mandato, la economía española se quedó preñada, como consecuencia de una coyunda sin condón, entre el sector inmobiliario y el sector financiero y nació un bebé muy rollizo, que se encargaron de alimentar y engordar entre todos. Gobierno, Ayuntamientos, bancos, cajas de ahorros y especuladores inmobiliarios le suministraron al recién nacido una sobrealimentación para que se desarrollara rápidamente.

De forma inesperada, los padres de la criatura tuvieron un percance electoral y debieron ceder la crianza del niño a sus tíos políticos, es decir, a los que viven en el barrio de enfrente. Y el niño que cada día tenía mas hambre siguió comiendo mas y mas. Claro está, todos los proveedores alimenticios ganaban rápidamente dinero a espuertas, mientras el niño crecía y crecía sin control alguno. El niño engordó excesivamente. Pero ni a los padres de la criatura, ni a los tíos que se hicieron cargo de su mantenimiento posterior, les causaba problemas. Es más, tenía ocupados a muchos cuidadores y esto les satisfacía sobremanera a padres y tíos políticos.

Un día aciago, los proveedores financieros comenzaron a tener problemas con la materia prima que suministraban al niño y cerraron el suministro. El niño empezó a ponerse malito. Primero cosa de poco, pero a medida que transcurría el tiempo, la cosa ha pasado a mayores y al niño le ha entrado una diarrea que no hace mas que esparcir mierda a diestro y siniestro. Los diestros, que habían olvidado cómo y cuándo nació el niño, dicen que la mierda es por culpa de los siniestros y los siniestros no saben qué hacer con tanta mierda. Ha sido el otro, repiten todos una y otra vez, mientras el niño se nos muere de gastroenteritis y nos contagia un virus mutante que se afinca en nuestros impuestos y en nuestros ahorros. Se les ha olvidado su responsabilidad. Otra vez el Alzheimer.