miércoles, 1 de junio de 2011

LA CASILLA 105


               Ya estamos en plena campaña de Declaración de Renta. Y como todos los años,  figura en los impresos la casilla 105. Si el contribuyente señala esta casilla con un aspa (o una cruz, sería más propio), “el 0,7 % de la cuota íntegra, se destina al sostenimiento de la Iglesia Católica”.

            Del mismo modo que los grandes almacenes, los principales hipermercados o los grandes bancos, nos bombardean permanentemente con sus ofertas publicitarias, la Conferencia Episcopal Española, hace lo propio en estas fechas para que el contribuyente español marque con una X la casilla 105 de su Declaración de Renta.

El pasado 30 de mayo, el periódico “El País” contenía un suplemento publicitario de 16 páginas, titulado “X tantos”, y elaborado por la Conferencia Episcopal. El objetivo de esta publicidad es conseguir el mayor número de contribuyentes que coloquen la X en la casilla 105. Desconozco el coste de esta publicidad, pero la esquela que insertaron Dª Rita Barberá y D.  Francisco Camps, (1/2 página de “El País” cada una), con motivo del fallecimiento del arzobispo de Valencia Sr. García Gasco, costaba 9.440 € más IVA, cada una. Quizás tratándose de 16 páginas y ser publicidad “al por mayor” hayan tenido un precio más reducido. No conseguí que en “El País” me dieran esa información, pero así, a ojo de buen cubero, me imagino que la cosa no habrá bajado de 100.000 euros.

Una vez más, la Iglesia oficial española se comporta como una sociedad mercantil: invierte en publicidad para recoger mayores ingresos. Y como tal sociedad mercantil, esgrime su argumentario para que el cliente (en este caso el contribuyente), “compre el producto”: ponga la X en la casilla 105.

Entre esos argumentos, a mí me choca el que dice que, “Este sistema, esta fórmula, no va contra nadie, ni contra nada. No va contra los bolsillos de los contribuyentes que signen la X en el casillero correspondiente a la Iglesia católica. Sencillamente, facilita su financiación y destina el citado porcentaje a un fin concreto”.

En mi opinión, nos están dando de comulgar con ruedas de molino, con argumentos como estos. El dinero del impuesto de IRPF que tengo que abonar, como consecuencia de las rentas que obtengo cada año, deja de ser mío y es del Estado en el mismo momento en que lo devengo y pago. El sistema de la X en la casilla 105, permite al contribuyente manipular, en favor de un único beneficiario, el destino de parte de los impuestos de todos. O se instituye un interminable abanico de destinos (y de casillas), para que cada contribuyente indique dónde le gustaría aplicar una parte de la cuota íntegra de su Declaración, o se suprime la casilla 105.

Con una propuesta como la que indico, probablemente se organizaría un galimatías importante de “fines concretos”; y dudo mucho de su operatividad. Evidentemente, el fin concreto de la casilla 105 está muy claro y, según la argumentación del folleto publicitario “no va contra nadie, ni contra nada”. Solo va en beneficio de un destinatario.

1 comentario:

armando alonso dijo...
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