martes, 5 de julio de 2011

¡A BUENAS HORAS MANGAS VERDES!


            En El País de ayer, 4 de julio de 2011, publica un extenso artículo titulado “Cajas de ahorros e interés público” (http://bit.ly/ivAGWf) Rodolfo Martín Villa. En el  extenso y variado curriculum del articulista, podemos apreciar que fue, en su momento (año 1989), presidente de la Comisión de Control de Caja de Madrid. En momentos anteriores y posteriores ostentó los más diversos y variados cargos: desde jefe nacional del SEU,  ministro de Gobernación (hoy  Interior) o presidente de Endesa.

            Recoge el Sr. Martín Villa en su artículo la eterna cuestión de la “indeterminación de la propiedad de las cajas”. Hace referencia a la representación en los órganos de gobierno de las cajas, de los clientes, de las entidades promotoras e incluso de la anomalía de la representación política, que justifica con el argumento de que “nadie mejor que los representantes políticos para discutir la cuantía, y sobre todo el destino, de los fondos dedicados a la obra social”. Dice también que “puedo asegurar que ni Joaquín Leguina, ni Ruiz Gallardón ni Esperanza Aguirre, ni sus distintos gobiernos, han interferido en las decisiones de Caja de Madrid” (¡a otro perro con ese hueso D. Rodolfo!).

            Comenta el articulista su opinión sobre los gestores de las cajas y de esta forma dice que: “el resultado de la gestión de las cajas ha dependido de la calidad de sus gestores”  pone el ejemplo de que “Caja Madrid, bajo la presidencia de Jaime Terceiro, (1988-1996), se convirtió en una de las entidades líderes en eficiencia, rentabilidad y solvencia del conjunto de bancos y cajas”. Casualmente en ese periodo él ejerció de presidente de la Comisión de Control. Sin embargo, omite la desastrosa gestión de Miguel Blesa en Caja Madrid durante 14 largos años, aunque él no estuviera en la pomada en ese periodo.

            Habla el Sr. Martín Villa de la responsabilidad del Banco de España en la crisis de las cajas y da su opinión sobre la inoportunidad de que “en la actual situación económica ni es conveniente ni prudente que las cajas acudan a los mercados con objeto de ampliar capital o vender participaciones. Los únicos que se beneficiarían con  semejante operación, serían los compradores. Esta venta podría constituir una auténtica irresponsabilidad, por cuanto provocaría un muy importante deterioro de nuestro sistema crediticio. Supondría tanto como un expolio al conjunto de los ciudadanos y especialmente a los más necesitados: los beneficiarios de la obra social”.

            Coincido plenamente con la opinión del Sr. Martín Villa sobre el hecho de que la privatización que se está llevando a cabo de las cajas de ahorro, va a beneficiar exclusivamente a los compradores y se preocupa poco o nada por los clientes. Conozco un poco de qué va la cosa, entre otras circunstancias, por haber vivido desde dentro, los profundos cambios sucedidos en Caja de Madrid desde el año 1964 hasta el año 2000. Y seguir desde fuera, aunque de manera muy cercana, los producidos desde entonces hasta hoy.

Lo que no me convence en absoluto es que emita su opinión cuando “todo el pescado está ya vendido”. ¿O es que alguien que ha estado ligado muy fuertemente a Caja de Madrid, que ha vivido por y para la política y que se supone debe conocer los entresijos del mundo financiero español no podía haber hablado antes?. ¿Por qué cuando él era consejero y presidente de la Comisión de Control de Caja Madrid (en época de vacas gordas) no propuso, tanto a las autoridades financieras como a los poderes políticos, a los que tenía fácil acceso, que se definiera de una vez la propiedad de las Cajas?. No, entonces no le debía venir bien; hoy quizás ya no tenga nada que perder. Cualquiera de nosotros es capaz de acertar una quiniela de quince resultados los lunes por la noche.  ¡A buenas horas mangas verdes!.