martes, 13 de enero de 2015

POR EL MAR CORREN LAS LIEBRES …


           Cuando los de mi generación éramos pequeños, acostumbrábamos a cantar en las excursiones escolares una canción muy popular: “Vamos a contar mentiras” (http://bit.ly/1wWeTBf ). Nos parecía muy divertida. Las descripciones de la letra de la canción, eran a cual más falsas y lejanas de la realidad. Pero a nosotros, niños inconscientes, nos encantaban.
            Estamos en año de elecciones y no sé por qué extraño  pensamiento (todavía me da por pensar), he relacionado esta canción popular con las diversas “canciones electoralistas” que ya han comenzado a interpretar las estrellas de todos los partidos políticos.
             Estoy empezando a  comparar la “letra” de las anteriores promesas electorales, con la “música” al son de la cual hemos tenido que bailar los ciudadanos. Y me refiero a las diferentes “piezas electorales” de las anteriores campañas. No excluyo (¡ojala pudiera!) a ningún “compositor”, sea cual sea su procedencia, de las partituras de los anteriores conciertos (¡perdón, elecciones!).
            La comparación de la realidad que vivimos, los que vivimos la realidad, con la realidad que nos intentan meter por los ojos los causantes de tantas calamidades,  no puede ser más desoladora. La interpretación de aquéllas partituras, es un continuo desafinar de música y un trabalenguas de letra. En una palabra: un fraude.

            Pero en esta nueva excursión escolar, perdón elección democrática, no voy a cantar la música que van a tratar de imponerme los ínclitos compositores de esa particular y cerrada “Sociedad de Autores” en la que se han transformado nuestros políticos. No voy a darles el gusto de tener que pagar sus “derechos de autor” con mi voto.